El Foro Social Cristiano, compuesto por actores políticos y sociales con presencia en diversas ciudades y ambientes del país, reunido con la finalidad de debatir su rol frente al Bicentenario de la Independencia Nacional analizó la situación de la institución familiar, la realidad de la pobreza y la desigualdad en nuestro país, la generalización de la corrupción
y la falta de uso estratégico de su diverso y rico territorio, como factores interrelacionados entre sí y que deben superarse a efecto que el país pueda jugar un papel protagónico en el contexto internacional y los peruanos puedan considerarse ciudadanos plenos del mundo, declara:
Primero. La familia es el fundamento de la sociedad, su “célula primera y vital”, donde se constituyen un conjunto de relaciones interpersonales -de padres, de hijos, de hermanos-, expresiones básicas de su naturaleza social, en donde las nuevas personas se educan y forman en principios y valores.
Al analizar la institución familiar deben considerarse tanto los aspectos éticos como los sociales que influyen en su normal desenvolvimiento. Su fortalecimiento supone, entre otras consideraciones, contar con políticas públicas dirigidas: a disminuir la alarmante violencia familiar, destructora de familias y de manera especial la dirigida hacia las mujeres, a la problemática laboral, para preservar tanto la jornada laboral como la remuneración digna; a la problemática del transporte, que hoy alarga innecesariamente la ausencia de los padres en el hogar. La promoción y atención a la familia deben ser integrales, con políticas sociales coherentes que no pierdan de vista el respeto y salvaguarda a la dignidad de la persona humana desde su concepción...
A pocos meses del Bicentenario y con las elecciones generales...
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